Es el examen técnico del legajo de títulos, para verificar que se encuentran en orden y conforme con las exigencias legales; que el poseedor inscrito es el dueño del inmueble; que su derecho a disponer de él no esta sujeto a restricciones y que el inmueble mismo está libre de hipotecas y otros gravámenes.
Lo realiza un abogado por parte del comprador y realiza con un período de diez años. En el caso de compras financiadas por un banco, el estudio de títulos lo realiza un abogado de la respectiva institución financiera.
El vendedor tiene la obligación de proporcionar todos los antecedentes y certificados de vigencia del inmueble.